domingo, 22 de marzo de 2009

OBRAS Y REESTRUCTURACIÓN EN LA HOLGA (LOMO)

Después de una ligera inactividad blogera, vuelvo con información fresca y peculiar... como siempre en este blog.

Como ya sabéis, adquirí traída de Japón una cámara lomo Holga, la 120 CFGN, que aquí no llega, es decir, al menos, no es el modelo que se vende en las tiendas Lomo de Madrid.

Bien, este modelo cuenta de flash, una rosca incorporada, que hace cambiar el color del flash. Compré el soporte para 35 mm, y el pack de filtros de colores y efectos. Las cámaras Holga son bastante especiales, y crean más de un quebradero de cabeza, hasta que la tienes más o menos controladas.

Por el momento sólo he cargado un carrete en 35 mm, pero apenas salieron fotos... he llevado a revelar otro 35 mm en B/N y ahora he terminado uno de 120 que llevaré a revelar en breves. Cuando tenga los resultados del nuevo carrete, pediré que metan lo que puedan en un cd.

Hasta entonces, no puedo mostraros nada interesante.

La entrada de hoy, está dedicada a la reparación, desarme y observación detallada de esta cámara. Veréis, uno de los muchos problemas que tiene esta pequeña, es que las pilas no siempre hacen bien contacto, y la suelen vender junto con un rollo de cinta aislante negra, para sujetar bien las pilas, el color negro fundamental, ya que a veces también tienen filtraciones de luz por el objetivo, y si ponemos otro color, puede refractar en el carrete, y la podemos liar.

Bueno, pues yo puse las pilas y observé que se quedaban bien fijadas, las pilas están por debajo del adaptador de película, y debajo por tanto del carrete.

Al encender el piloto del flash, este se enciende, y suena el pitidito del condensador, hasta ahí todo bien... pero... demonios el flash no salta!

Observé que saltaba cuando le venía en gana. Bueno, compré cinta aislante negra y forré las pilas, que no obstante seguían haciendo bien contacto... puesto que el piloto se encendía y el condensador sonaba... me pregunté, no será que tarda mucho en cargar el condensador, y debo darle tiempo entre toma y toma?

Ni por esas, el flash no saltaba.

Bien, decidí inspeccionar la cámara en detalle, a riesgo de no tener mucha idea de electrónica... más bien nada, y de cargarme la reliquia.

Comienza el despiece...

Tenté a Messner, que se encontraba en la ciudad, aunque en lugar secreto, por las últimas declaraciones y pruebas que le inculpaban en la colaboración de los laboratorios Disney, a que le echara un vistazo a la Holga.

Objetivo fuera.

El Martillo, que siempre suele ser sombra de Messner, estaba cerca, y no dudó en colaborar. Después de desmontar literalmente toda la cámara, desde el objetivo, a la parte frontal donde están alojados el condensador y el flash, se llegó a la conclusión de que lo que estaba estropeado, era la lámpara del flash.

Quitando la parte superior, donde está alojado el flash.

Tras algún que otro altercado, en el que tanto Messner, como Martillo hicieron de flash y sufrieron alguna descargilla, bajamos a comprar una cámara desechable con flash incorporado, en la tienda de enfrente de mi casa, una de esas recurrentes de "los chinos" donde tienen de todo.
Todo desperdigado por la mesa.

Me costó 4€, desmontamos la cámara, se puso la nueva lámpara y voila! funciona!!

Parte superior abierta, con el flash a la vista...

Se volvió a montar toda la cámara, y está en perfecto funcionamiento. No necesito cinta aislante para cubrir las pilas. Eso sí, la rosca de cambio de color para el flash, nunca volverá a ser la misma, le cuesta cambiar, lo hago con sumo cuidado.

Circuitería de la parte superior, desprovista de lámpara.

Parte superior donde va metido el flash, esa rosca es la que da colores al mismo.

Más tripas!

Ya casi, casi está.

Aunque aquí no aparezca, Holga, volvió a ser la de siempre.

Otra misión terminada con éxito, de los laboratorios sin nombre y de las peripecias Messnerianas y Martilleras.

Ya os pasaré fotos!!!

Hasta la siguiente entrada blogueros!!

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