(se pronuncia "blaiz" aproximadamente) es una muñeca creada en 1972 por la ya desaparecida compañía de juguetes estadounidense Kenner.
A diferencia de Barbie, Blythe no tiene novio o pareja formal, y no se da información sobre su profesión. Este hecho posibilita aún más las modificaciones que muchas de sus propietarias realizan en ellas, consistentes en retoques de pelo, color de ojos (se cambia una pieza llamada 'eyechip'), maquillaje, cuerpo, mecanismo interno, ropa, complementos, etc. De hecho, la subcultura Blythe ha florecido extremadamente rápido en internet, organizada en foros y grupos de usuarios. Hay todo un mercado virtual de diseñadores de ropa Blythe y customizadores (expertos en realizar las modificaciones) en expansión.
Las muñecas Blythe fueron desarrolladas inspirándose en los diseños de Margaret Keane, de manera similar a muchas otras muñecas americanas de los 60 y 70. Su principal característica era sus ojos, que tenían la posibilidad de ser cerrados a voluntad además de cambiar de color gracias a una cuerda con un tirador (conocida popularmente como 'pullstring') situada el la parte posterior de la cabeza, ocultada por el pelo. Las muñecas Blythe solo se vendieron en los EE.UU. (aunque se producían en Hong Kong) durante un año, 1972, ya que no fueron muy populares (las niñas americanas de la época tenían miedo de su cabeza desproporcionada) y eso las hizo desaparecer de las tiendas rápidamente.
Treinta años después de su lanzamiento inicial, las Blythe recuperaron su popularidad inesperadamente. En 1997, la productora Gina Garan recibió una Kenner Blythe original de 1972 como regalo de un amigo y empezó a usarla como modelo para mejorar sus habilidades como fotógrafa. Empezó a llevarse su Blythe adonde fuera, tomando cientos de instantáneas. Más tarde, en 1999, un encuentro casual con la japonesa Junko Wong, responsable de CWC, consiguió que las Blythe llamaran la atención de los ejecutivos de Parco - un popular centro comercial japonés - y de los fabricantes japoneses de juguetes.
Yo adoro a estas pequeñas, me encantan, y lo cierto es que en cuanto pueda voy a hacerme con una por que ya he estado hablando con vendedores de Japón por Ebay. Los precios los hay de todos los gustos, pero se puede conseguir una litle por poco y al rededor de 100 una de las grandes de
Por qué me gustan? Buena pregunta, hay varios motivos, el principal, me llaman poderosamente la atención estas pequeñas, ya que no son las típicas muñecas de niñas, que muestran al estilo Barbie, la belleza por encima del intelecto, o mujer como objeto. Puede que se trate de algo subliminal, pero lo cierto es que siempre me calleron mal estas muñecas, y he de reconocer que de pequeña tuve Nacys, Barbies, Chabelis... pero nunca he sido chica de muñecas, me gustaban más otros entretenimientos, una que siempre ha sido un poco rarita.
El echo de ser muñecas de culto ayuda, y lo cierto es que me parecen una expresión artística indiscutible, tanto ellas las Blythe como algunas preciosidades de resina.

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