De nuevo por este rincón. Lo cierto es que me ha costado y me sigue costando bastante ponerme a escribir en este mi blog.
La blogodependencia se me ha muerto un poco, y bueno, poco a poco voy recuperando muchas cosas, y adquiriendo otras muchas. Apetencias, gustos, formas de investigación...
Otra reinvención, otra forma de volver a empezar, un cambio de vida, cambiando poco de lo esencial.
Ya os comenté en las últimas entradas que mi padre se encontraba mal, estaba en un momento delicado, y pasando y luchando contra un maldito cáncer de vejiga, próstata (nunca se averiguó por donde empezó) lo cierto es que terminó extendiéndose con metástasis de forma incurable, y en Enero perdió la batalla definitiva.
No he podido escribir hasta ahora, y como he explicado antes, muchas cosas han cambiado, otras se mantienen pero con matices distintos.
El profesor Messner, ha pasado a viajar a través de su estimada maleavilidad del tiempo, y vaya usted a saber en qué punto de la tierra y en qué momento histórico se encuentra.
Espero que Salvatierra consiga encontrarle, y nos pueda dar algún indicio no sólo de su paradero, si no de sus nuevas andanzas.
Tengo mucho que actualizar en este blog, muchas cosas que contar, y esta ha sido la primera toma de contacto desde hace tanto tiempo.
Me ha costado, pero he conseguido romper esa barrera que cada vez se estaba haciendo más dura.
Para los que por equivocación lleguen hasta aquí, al cajón desastre de uno entre millones de blog, y encuentren ese pequeño gran universo que existe aquí tejido.
Este cuaderno de bitácora, con mareas, oleaje, tempestad y calma.
El tiempo que nos persigue, el tiempo que nos ayuda, y que en realidad no existe. El tiempo...
El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.
Eleanor Roosevelt
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