domingo, 27 de julio de 2008

Viajar...7ª parte.

Volvemos a España, nos vamos a Valencia, donde estuve 3 días en Agosto del pasado año. Coincidiendo con mi cumpleaños, mi amiga Vero y yo, quisimos conocer un poco la ciudad su renovación del puerto, con la ciudad de las Artes y las Ciencias, toda una maravilla. Lo malo...no pudimos disfrutar ni un solo día de playa nos hizo un tiempo de lo más irregular, lloviendo y con viento.

En el interior del Oceanografic, el Acuarium más grande que he visto en mi vida, que sensación de agobio, con tanta agua a tu alrededor. Esta foto es en el igloo del Oceanografic, donde abajo están dos Belugas, macho y hembra, preciosos y sonrientes, mezcla simpática entre delfín y ballena. Aquí se aprecian las dos plantas.

Esta es una imagen del exterior del Oceanografic, concretamente del restaurante, donde se celebran convenciones de empresa, además del servicio al público del acuario. La entrada al mismo, no está unido, al menos de momento, ya que continúan las obras, con el resto de edificios, como el Hemisferic o el museo de las Ciencias, tienes que salir del recinto bordearlo a la izquierda y a escasos metros te lo encuentras.

En el interior del acuario, se diferencian varios tipos de aguas, con inmensas peceras, al parecer el agua es renovada continuamente ya que las instalaciones contienen unos tubos que hacen llegar y por tanto regenerar las aguas directamente de las profundidades del mar. La sensación que produce estar ahí dentro es algo similar a: "a la mínima grieta, salgo dísparada de aquí".

Este es el reloj pendular del museo de las Ciencias, interesante e interactivo, donde se puede jugar y descubrir muchas cosas atractivas, fácil, didáctico y para todos, además tuvimos la suerte de poder disfrutar de la exposición universal basada en el Titanic.


Reproducción de uno de los pasillos de primera clase del Titanic, es impresionante ver la diferencia entre la 1ª y 3ª clase, se llegaron a pagar verdaderas atrocidades, al menos en mi opinión, de dinero por un camarote de primera clase.

El mercat central de Valencia, próximo al barrio del Carmen, algo similar a nuestro Huertas en Madrid, céntrico y por aquella época lleno de Italianos, quién me iba a decir, q un mes después yo me rodearía de ellos en su país.

Y finalmente los tejados céntricos de esta ciudad, vistos desde el hotel. Escapada rápida, un pequeño guiño, que nos dio la invitación a conocer mejor esta estupenda ciudad.

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